, , , , ,

SORPRENDENTE, Su hijo había muerto hace tres años, un día un niño toca la puerta y le dice !MAMA SOY YO¡

Muchas de las historias impactantes y peculiares que nos solemos encontrar son siempre únicas, por miles de años se ha recopilado información y son varias las leyendas de diferentes situaciones

SORPRENDENTE, Su hijo había muerto hace tres años, un día un niño toca la puerta y le dice !MAMA SOY YO¡
Muchas de las historias impactantes y peculiares que nos solemos encontrar son siempre únicas, por miles de años se ha recopilado información y son varias las leyendas de diferentes situaciones que van siendo registradas. Incluso ciertas circunstancias “Sobrenaturales” nos dejan cada día con la boca abierta, incrédulos.


Esta historia ocurrió en Canadá, más específicamente en la ciudad de Quèbec, lugar donde vive Regina Andrés, una madre que en el mes de Enero del año 2012 iba manejando por una de las vías rápidas de la carretera, a su lado estaba su hijo de 7 años, pero Regina estaba utilizando el celular mientras iba manejando, se estaba comunicando con una de sus amigas, iba distraída en un chisme tremendo, su amiga había sido engañada por su esposo con otra mujer, debido a este ya estaban en trámites de divorcio…en fin, todavía había nieve en la ciudad, había un poco de hielo, es bien sabido que en ese tiempo debes manejar con mucho cuidado para evitar cualquier accidente. 

Pero esto no lo previó Regina, quien iba metida en la conversación. Aquí fue cuando se acordó que tenía que pasar a recoger unas cosas a la lavandería, pero no iba alcanzar, así que decidió mandarle un mensaje por Whatsapp a su amiga,  Matthew venía jugando video juegos en su consola portátil….De repente un carro venía de lado contrario a alta velocidad, el cual se estampó frente a ellos, fue un accidente terrible.


Como era de esperarse,  Matthew no tenía cinturón de seguridad puesto, debido a esto tuvo severas lesiones que le costaron la vida. La madre del pequeño logró sobrevivir, pero vivió atormentada por el sentimiento de culpa que tenía dentro, ella no se lo puede perdonar debido a que su hijo era muy pequeño y ningún padre le gustaría ver morir a un hijo….Tuvieron que pasar 3 años desde aquel momento y Regina aún se lamenta lo sucedido por la muerte de su hijo,,, llegó la fecha del aniversario del accidente y fallecimiento de su hijo, ella estaba en su casa recordando esos momentos…De repente escucha el timbre de su casa, ella abre la puerta y ve a un chico de aproximadamente 10 años de edad, ella muy cordialmente le pregunta si necesita algo, lo que pasó a continuación la dejó sin palabras, este chico le dijo:
 
“Mamá, aquí estoy, soy yo”...Como era de esperarse, la impresión de Regina no pasó de tan solo una broma de mal gusto, aunque en shock se quedó observándolo hasta que de repente el chico comenzó a decir lo siguiente:

“Mama, no te preocupes por lo que sucedió, debes entender que nunca has querido hacerme daño y que ese día helado nunca debió ser más frío para ninguno de nosotros dos, no te culparía nunca por permitir que sucedan los accidentes cuando suceden, no estuvo bien que un simple video juego resultara aún más importante que mi propia seguridad.He estado viviendo en la casa de otra familia al otro lado del Canadá, pero decidí que lo mejor sería esperar un poco de tiempo para visitarte, me ha costado mucho trabajo que me creyeran, ahora espero que tú también lo hagas aunque mi cuerpo no sea el mismo de antes, soy yo, soy Matthew.”



Vulnerable y perdida, no pudo contenerse y se abalanzó hacia este chico desconocido para pedirle perdón, perdón más allá de que pudiera ser una broma, perdón más allá de que tal vez todo sea un sueño, perdón por el hecho de haber acabado con su vida y no haber podido verlo crecer como debía ser…

Entre abrazos y llantos se dijeron todo lo que debían decirse y a Regina poco le importaba todo, era su propio hijo y él sabía de manera perfecta todos los detalles de su vida. No quedaba otra opción, tenía que ser Matthew.

Planificaron que ella hablaría con la otra familia para quedarse con él y Matthew parecía encontrarse de acuerdo. Al día siguiente partirían, sin embargo, Matthew ya no estaba allí al amanecer… Su hijo se había ido una vez más, Regina lo había perdido ya para siempre… Una vez más… No pudo hacer más que volver a romper en llanto, pero ya no tanto, ya no se sentía tan increíblemente vacía.


Top Ad 728x90